Un absceso dental es una inflamación dolorosa en la que se acumula un líquido espeso de color amarillento (pus). Pueden distinguirse dos tipos de abscesos odontogénicos, el absceso gingival (o periodontal) y el absceso dental (o perapical).
¿Qué provoca los abscesos dentales?
Los abscesos se forman cuando la cavidad bucal está irritada y las bacterias logran acceder y provocar una infección. Los abscesos se forman alrededor de esta infección y funcionan como barrera impidiendo que la infección se extienda.
Un absceso gingival suele estar provocado por una infección entre el diente y la encía. La infección puede deberse a la acumulación de comida o, en casos de enfermedad periodontal grave, cuando las bacterias se depositan debajo de la encía y en el hueso.
Un absceso dental aparece junto a la raíz del diente y se produce cuando el nervio del diente está muerto o necrosado.
Síntomas del absceso dental
Algunos de los síntomas son:
Es importante prestar atención a los síntomas de los abscesos dentales o gingivales, puesto que la infección puede durar meses o incluso años si no se trata adecuadamente. Sin tratamiento, la infección puede dañar los dientes y el hueso circundante y puede extenderse hasta el flujo sanguíneo, lo cual conlleva complicaciones más graves.
Tratamiento para el absceso dental
Si cree que puede tener un absceso dental o gingival acuda a un profesional dental.
Su dentista limpiará la zona alrededor del absceso, lo drenará para liberar la acumulación de pus y tratará la infección. A veces se crea una fístula en la boca a través del hueso y la piel que permite el drenaje del pus. Si se ha creado este túnel profundo como resultado del absceso, el dentista lo limpiará a fin de que pueda cerrarse por sí solo.
Si la infección se ha iniciado en el interior del diente, el dentista deberá realizar un pequeño agujero en el diente para permitir el drenaje del absceso. A continuación, será necesario un tratamiento del canal así como un empaste o corona.
En los casos en los que el absceso haya dañado el diente o sea extremadamente grande, es posible que deba extraérsele el diente.
Si el absceso dental es consecuencia de una enfermedad periodontal, deberá tratarse esta enfermedad para evitar más infecciones. No obstante, el dentista puede drenar el absceso para aliviar el dolor.
Cómo evitar un absceso dental
Los abscesos dentales pueden evitarse con una buena higiene bucal que consista, entre otros, en un cepillado y uso del hilo dental diarios así como visitas regulares a un profesional dental.